lunes, 16 de abril de 2012

Paso histórico de líderes americanos para alternativas a guerra antidrogas

es 15 de abril de 2012 y circula esta noticia en terra.com: Los líderes de las Américas dieron un paso histórico este fin de semana en este puerto caribeño al decidir realizar estudios sobre alternativas a la guerra contra las drogas impulsada por Estados Unidos, que provocó decenas de miles de muertos en la región en los últimos 40 años. La VI cumbre de las Américas "coincidió en la necesidad de analizar los resultados de la actual política (antidrogas) y de explorar nuevos enfoques para fortalecer esta lucha y para ser mas efectivos", dijo al final de la cumbre el anfitrión, Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, el principal productor mundial de cocaína. Indicó que los 31 líderes de las Américas presentes le dieron un mandato a la Organización de Estados Americanos (OEA) para que inicie ese proceso. Barack Obama, presidente de Estados Unidos, mayor consumidor de drogas del mundo, aceptó dialogar, aunque dejó en claro que se opone a la despenalización de las drogas, como propone el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina. Obama se declaró dispuesto a debatir el consumo de drogas en su país y el flujo de dinero y armas hacia el sur, por primera vez en diálogo directo con sus socios meridionales. Santos, por su parte, dijo que "están todas las opciones abiertas. La OEA va a tener una serie de escenarios que hay que estudiar, que hay que analizar con expertos". Ignacio Cano, investigador del Laboratorio de análisis de la violencia de la Universidad Estatal de Rio de Janeiro, afirmó a su vez que se trata de una decisión trascendente porque "hace veinte años este asunto estaba prácticamente prohibido. Recién hace cinco años ex presidentes comenzaron a hablar del tema. Y hoy en día son presidentes en ejercicio que lo plantean". "Latinoamérica se ha independizado de un paradigma de Estados Unidos", dijo en alusión al prohibicionismo. Estimó no obstante "que el camino será largo, porque hay que denunciar convenciones internacionales". Santos elogió la "franqueza" con que se debatió en la cumbre y dijo que "el tema de las drogas nadie se atrevía a ponerlo sobre la mesa". Quien se atrevió fue el general Pérez Molina, electo presidente de Guateala el año pasado prometiendo mano dura contra el crimen, y que tras asumir propuso sorpresivamente la legalización de la producción, el transporte y la distribución de drogas como la forma más eficaz de acabar con los cárteles que desangran a Centroamérica y amenazan sus economías e instituciones. En una entrevista con la AFP al margen de la cumbre, Pérez Molina dijo que la guerra contra las drogas "no ha dado resultados. Es una guerra que para decirlo con franqueza la estamos perdiendo". "Mientras el mercado negro siga existiendo y los dólares y las armas sigan viniendo de Estados Unidos como lo han estado haciendo, esta guerra es imposible de ganar", subrayó. Pérez Molina fue el primer presidente en ejercicio que se atrevió a proponer en la plaza pública la despenalización de las drogas. Estados Unidos intentó sin éxito disuadir al guatemalteco. Por el contrario, Santos y la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, se plegaron a la iniciativa de debatir alternativas a la guerra contra las drogas. Los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, César Gaviria, de Colombia, y Ernesto Zedillo y Vicente Fox, de México, proponen la despenalización desde hace cinco años. Pero, sorpresivamente, quienes rechazaron la iniciativa de Guatemala fueron los presidentes de izquierda de El Salvador Mauricio Funes, de Nicaragua Daniel Ortega y el hondureño Porfirio Lobo, a instancias de Washington, según sostuvo el presidente guatemalteco. Pérez Molina no logró reunirlos en una cumbre centroamericana que convocó en marzo pasado en Antigua Guatemala, ni tampoco al margen de la cumbre de Cartagena. Centroamérica sufre los embates de los cárteles de la droga, que ante la guerra desatada en Colombia, con asistencia de Estados Unidos, en el año 2000, y la lanzada en México por el presidente Felipe Calderón hace cinco años, han encontrado allí un nuevo territorio para encaminar la cocaína colombiana y peruana a Estados Unidos. Sólo en 2011, 20.000 personas murieron a raíz de la violencia vinculada al narcotráfico en el istmo, que tiene 40 millones de habitantes. "Para Costa Rica el camino no es la guerra contra las drogas, porque no tenemos Ejército y no estamos dispuestos a que nos enganchen a ese convoy de destrucción, de militarismo, de gasto exorbitante, que distrae a los Estados de sus esfuerzos para la inversión social", dijo Chinchilla al diario El Tiempo. Los países del ALBA, la alianza izquierdista liderada por Cuba y Venezuela, se han mantenido alejados de este debate, y concentran todas sus baterías en la inclusión de La Habana en la cumbre de las Américas.

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